
Seguimos ampliando la historia de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, y ahora es Japón quien toma el protagonismo. En concreto, la Comisión de Comercio Justo de Japón ha dado el visto bueno al acuerdo entre Microsoft y Activision Blizzard, determinando que la adquisición no perjudicará sustancialmente a la competencia. Este es el resumen que podemos extraer de un informe completo de nada menos que 43 páginas.
Esta es otra victoria especialmente significativa para Microsoft. Hay que recordar que la semana pasada, el regulador británico (la CMA) anunciaba una aprobación provisional para la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft. Que sea especialmente significativa, se debe a que Sony es una empresa japonesa. Por desgracia para Sony, que todas las acusaciones y argumentos de adquisición se muevan en torno a Call of Duty, no sostiene que la adquisición de Microsoft conlleve un riesgo para la competencia del sector.

De esta forma, los argumentos de Sony parecen haber caído en un saco roto para la FTC japonesa. A esto se le suma que las cosas tampoco parecen prometedoras en otros lugares. Se rumorea que la Unión Europea se inclina por una aprobación sin remedios estructurales, y la Autoridad de Competencia y Mercados (CMA) del Reino Unido, considerada la más problemática para Microsoft, acaba de modificar sus propias conclusiones provisionales para concluir que el mercado de las consolas no se vería amenazado si se cerrara el trato.
La Unión Europea y la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido aún deben emitir sus veredictos finales, que se esperan a finales de abril.
A pesar de las preocupaciones de la CMA sobre el mercado de la nube, Microsoft ha firmado varios contratos a largo plazo para mostrar su compromiso de llevar los juegos de Activision Blizzard a otras plataformas en la nube. Sony todavía tiene el comodín de la Comisión Federal de Comercio en Estados Unidos, pero se considera poco probable que tenga éxito en sus intentos de bloquear el acuerdo.
En resumen, Microsoft se encuentra en una posición cada vez más fuerte para cerrar el acuerdo más importante de la historia de los videojuegos, valorado en 68.700 millones de dólares.